viernes, 26 de marzo de 2010

EL EMPLEO

Por: Jose Arbey Maldonado Lenis

La situación del desempleo en Colombia, que hoy en día bordea la tasa del 14.5% y nos convierte en uno de los países con mas mal desempeño de América Latina en los últimos diez años, se agrava mucho más si lo miramos en los jóvenes con edades entre 15 y 24 años en donde esta tasa pasa al 24,1% , este claro diagnostico no admite escusas el próximo gobierno debe plantear soluciones estructurales y no coyunturales a este problema, no podemos seguir generando este desencanto y falta de oportunidades en nuestros jóvenes, ya que esto lo que hace es generar el caldo de cultivo para que la delincuencia organizada y los actores armados de izquierda o derecha encuentren mano de obra barata y dispuesta, nuestros dirigentes deben corregir el rumbo, debemos dar el debate sobre los costos de la mano de obra para las empresas, estos son muy altos y están desestimulando la creación de nuevos puestos de trabajo, esto esta acrecentando la informalidad, estos altos costos aunados a la alta competitividad en el mercado global vienen generando un efecto negativo en la disminución de la pobreza

El tema de los subsidios, tales como el Sisben, Familias en acción y las deducciones de impuestos de renta por inversión en activos fijos, están generando un efecto macabro en el desestimulo a la generación y búsqueda de empleo formal, veamos:

En los casos del Sisben y Familias en acción sus beneficiarios prefieren no buscar o incluso aceptar posibilidades de empleos formales por no perder la posibilidad de estos beneficios, el asistencialismo está causando el efecto contrario en el empleo

En el caso de las inversiones en maquinaria y activos de capital por las deducciones hasta del 40% en el impuesto de renta de las empresas, esta desestimulando la generación de nuevos puestos de trabajo, ya que a mediano plazo resulta mejor comprar maquinas

Finalmente es necesario revisar el efecto en el desempleo por la educación, debemos reorientarla en una educación para el empleo en donde se debe buscar un mayor acercamiento entre el sector real y el educativo, para que este último genere programas de capacitación acordes con las necesidades del primero


miércoles, 10 de marzo de 2010

Reduccion de costos

Por: Jose Arbey Maldonado Lenis

En estos momentos de crisis económica en los mercados internacionales que genera la necesidad de replantear los modelos de negocios de las empresas para mejorar o al menos mantener las rentabilidades de las mismas, es imprescindible determinar al interior de las mismas cual es la forma más rápida y menos traumática de realizarlo, a mi entender y planteándolo desde la ecuación de los estados de resultados:

U = I – C – G

U = Utilidad, I = Ingresos, C = Costos, G = Gastos

Esto solo se puede lograr solo aumentando los (I) ingresos o disminuyendo las (C) costos y las (G) gastos

Dadas las condiciones de los mercados creo que incrementar los (I) ingresos es cada vez más difícil, pero disminuir los (C) costos y los (G) gastos es mucho más probable, pero a pesar de parecer una determinación solo de sentido común y de mucha más fácil realización, las empresas no lo están aplicando

Inserto entre comillas este articulo publicado por la revista Dinero que ratifica mi apreciación:

“Según una reciente encuesta global realizada por Ernest & Young demuestra que la mayoría de las compañías no están preparadas para una recuperación en sus negocios, más del 60% de los negocios globales no tienen programas de reducción de costos activos, ni estrategias que tengan este objetivo. Más allá de esto, un cuarto de estas empresas no tienen planes de adoptarlos, y sólo una pequeña minoría, el 17% ve la reducción de costos constante como una prioridad, de acuerdo con una encuesta realizada por Ernest & Young: Ahorre para prosperar: de la reducción de costos a la optimización de costos.

Jean-Benoit Nerty, Socio de Asesoría de Emeia en Ernest & Young, afirma que “la encuesta destaca que muchos negocios son displicentes con el tema de reducción de costos y como resultado de esto no estarán preparados para la eventual recuperación económica.

Sin embargo, la conciencia del manejo de este tipo de costos se ha convertido en una alta prioridad durante el pasado año 2009, los esfuerzos de la mayoría de las compañías se han basado básicamente en lo táctico y en las soluciones a corto plazo, obteniendo no más de 10% en reducción de costos para la mayoría de los negocios”

martes, 2 de marzo de 2010

LA INFORMALIDAD Y LA SEGURIDAD SOCIAL

Por: Jose Arbey Maldonado Lenis

Según las cifras del Dane, que desde diciembre del 2008 no había vuelto a publicar datos sobre informalidad, en el trimestre septiembre-noviembre de 2009 esta llegó a 58 por ciento, o sea, que de cada 100 trabajadores ocupados en las 13 grandes áreas metropolitanas 58 fueron clasificados como informales.

Se consideran informales los empleados particulares y obreros que laboren en establecimientos, negocios o empresas que ocupen hasta 10 personas, incluyendo al patrono y/o socio; los trabajadores, familiares o no, sin remuneración (TSR); el servicio doméstico; los trabajadores por cuenta propia (TCP), excepto los independientes profesionales; y los patrones o empleadores de empresas de diez trabajadores o menos.

Dicho de otra manera, la informalidad se concentra en los establecimientos que tienen hasta cinco empleados y que, junto con las otras características mencionadas, marcó 51,9 por ciento. Esta información sale por primera vez a la luz pública.

Según las cifras del Dane, de los 9,1 millones ocupados en las 13 áreas metropolitanas, cuando se incluyen los establecimiento de hasta 5 trabajadores, 4.7 millones son informales.

La ocupación laboral ha venido creciendo en los últimos años, pero en la informalidad, en donde no existen relaciones laborales o realizadas a través de intermediarios o en contratos que no cumplen con la ley.

En mi concepto esto se debe principalmente a los impuestos y las prestaciones sociales a la nomina, veamos, las prestaciones sociales cuestan en promedio un 23% del salario base, la seguridad social un 20% y los parafiscales un 9%, al final a los empresarios esto les cuesta cerca del 50% de los salarios base, o sea que un empleado de salario minino $ 500.000, con los impuestos y prestaciones sociales en realidad cuesta casi $ 750.000 y si le sumamos el auxilio de transporte, el costo supera los $ 800.000

La cobertura de la seguridad social esta cimentada sobre el aporte a la misma de los patronos y trabajadores en el régimen contributivo y la asistencia con los excedentes al régimen subsidiado, pero con este grado de informalidad a que se llega por los elevados costos laborales, hace insostenible este modelo