sábado, 6 de febrero de 2010

Llegó la era de la inteligencia


Tomado de Portafolio

Los datos están a un 'click' gracias a la tecnología, pero qué hacer con ellos es lo fundamental. Educación para el siglo 21.

La edad de la información llegó a su fin para dar paso a la edad de la inteligencia. Tal vez la mayoría de los mortales no nos hemos dado por enterados de esta circunstancia y tal vez no quede registrado así en los libros de historia, como cuando uno estudiaba las eras geológicas.

La idea es que ahora la información está ahí en el ciberespacio y se puede acceder a ella con la facilidad de un click, de ahí que ya no sea lo más importante en el proceso del aprendizaje y del conocimiento acumular datos y datos en la memoria, sino más bien lo que se puede hacer con ella: deducir, asociar, crear, innovar... Basta con unos datos para ir entendiendo.

* La cantidad de información técnica se duplicar cada dos años. Así las cosas, la mitad de lo que un estudiante técnico aprende en el primer año, será obsoleto en el tercer año de estudio.

* La información digital se duplica cada 11 horas.

* El rendimiento de potencia de los computadores se duplica cada 18 meses.

Esto resulta ser mucha información para absorber, sobre todo en un escenario como en el que nos han educado durante mucho tiempo: aprender de memoria.

Preguntar y deducir

Para quienes creen en la era de la inteligencia hay unas herramientas que son fundamentales para navegar en ella exitosamente: la creatividad, el trabajo en equipo y la ética.

Todo ello se logra si desde muy pequeños -prácticamente al año de edad-, se enseña a los niños a desarrollar habilidades de pensamiento a partir de la construcción de su propio aprendizaje, se les promueve la realización de conexiones de pensamiento y se potencializa la autonomía como una forma de vida.

Pensar es un proceso de entrenamiento

La inteligencia no es una sola ni es estática. Lo importante es cómo se aprenda y el pensamiento es entrenable y hay actividades específicas para ello

Preguntar a los niños qué ven, que piensan, que sienten frente a un cuento, una imagen, y luego llegar a conclusiones y acuerdos, es un proceso que abre la mente de los pequeños.

La ética tiene que imperar

Dentro del modelo de la educación para el siglo XXI, la ética es fundamental, porque ante tantos avances tecnológicos y del conocimiento, y las exigencias de creatividad e innovación, así como se puede hacer mucho bien, también se puede hacer mucho mal.

Y al tiempo, la globalización lleva a actuar en ambientes multiculturales donde el respeto por el otro, la tolerancia, la empatía, la honestidad, entre otros valores, deben imperar en las relaciones humanas.

Esto también implica aprender a solucionar los conflictos, y todo esto se puede enseñar y aprender en el aula de clase.

Hay que unir inteligencia y creatividad

La diferencia entre los grandes descubridores y nosotros, es que ellos observan, se preguntan, buscan y van más allá

De ahí que se busque fomentar en el niño la posibilidad de desarrollar el pensamiento y la creatividad, sin olvidar los valores. Es importante diferenciar la inteligencia de la creatividad. Una persona inteligente no es necesariamente una persona creativa.

La creatividad es la capacidad de encontrar nuevas formas de resolver los problemas impulsados por un proceso de pensamiento sistemático basado en el análisis, la síntesis y la búsqueda de perspectivas diferentes

La idea es que los pequeños puedan pensar, asociar, suponer y entre todos llegar a conclusiones, guiados por los profesores. No que ellos les digan qué es todo. La construcción del conocimiento es participativa.

No hay comentarios: