Portafolio - Publicado el 12-08-08
Un modelo de negocio es una representación que permite entender la manera como una organización crea valor, y se elabora a partir de las siguientes preguntas:
¿qué es lo que la organización ofrece?
¿a quién se lo ofrece?
¿cómo lo ofrece?
Y lo más fundamental:
¿cómo es qué la organización crea valor a través de su oferta?
Un modelo de negocio se representa usualmente como un conjunto de bloques interrelacionados que dan respuesta a estas preguntas, señala Alexander Osterwalder, uno de los estudiosos del tema, y quien además propone una plantilla de nueve elementos para hacer efectiva su síntesis.
Más allá del concepto base y de la herramienta que soporta su desarrollo, un modelo de negocio posibilita, y de hecho desencadena, una mirada más amplia y más profunda sobre la organización y sobre nuestro rol en la transformación de la misma.
Un modelo de negocio nos reclama como cartógrafos, como diseñadores de la organización. Ya lo han señalado varios gurús: el diseño no es solamente un asunto de moda; cualquier negocio debe ser abordado desde la perspectiva del diseño.
La organización hay, ante todo, que diseñarla, y rediseñarla de manera permanente.El modelo de negocio es quizá el instrumento más potente del que se pueda echar mano para potenciar la innovación. Una vez construido, es a través de su visualización concernida que podemos considerar el tránsito desde las condiciones existentes a una miríada de nuevas posibilidades, allí mismo reflejadas. El esquema del modelo de negocio debe estar expuesto de manera permanente sobre la mesa, o en una pared visible, atentos a esos visos, en ocasiones amenazas, en otras oportunidades, que definen finalmente el futuro de la organización, que hoy más que nunca depende de la real capacidad de innovar.
Un modelo de negocio también actúa como brújula para la organización. Es el mapa de navegación para la comunidad que la integra, y debe ser compartido como ese instrumento de visualización que posibilita la cocreación de su propio destino y de su permanente proceso de transformación y reacomodo en el entorno. Los primeros llamados a entender la manera como la organización crea valor, y a considerar nuevas innovaciones en el negocio, son sus propios empleados, ese colectivo que con su hacer contribuye a esa creación de valor en la organización.
Un modelo de negocio cambia, de entrada, la conversación sobre los problemas y sobre las personas, hacia conversaciones sobre las posibilidades y las maneras de contribuir a la creación de valor e innovación en el contexto del ecosistema en el que la organización se encuentra inserta. En este sentido el modelo de negocio, como representación, provee, sin lugar a dudas, un marco mental que sirve de referencia para el desarrollo de las ventajas competitivas de la organización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario